La inhibición de acompañar a los familiares en velorios y entierros
Por Horacio González
No se daría descanso a la memoria ni a la consulta de los diccionarios si quisiéramos referir todas las versiones que tiene el mito de Antígona. Facilita la tarea el estudio que el gran crítico Georg Steiner había hecho como reseña erudita y sutil en su libro Antígonas. Por supuesto, Sófocles es el primero, por lo que se sabe, que tomó los hilos sediciosos del mito, intentando atraparlo. Como podemos suponer, toda literatura que termina imponiéndose es aquella que captura más o menos habilidosamente (con sangre sudor y lágrimas), las caprichosas volutas de los mitos. Así, tenemos la Antígona de Bertolt Brecht, la de Jean Anouilh, no faltan las óperas y las adaptaciones televisivas. En nuestro país, están las Antígonas de Griselda Gambaro y Leopoldo Marechal, que la invocó para promover Sigue leyendo