Queridxs estudiantes,
Mi nombre es Darío Capelli y soy docente de esta materia desde el año 2003.
Antes que nada, quisiera transmitirles nuestra preocupación por saber cómo se encuentran y el deseo de que estén transitando esta etapa del mejor modo posible. Entre el miedo al virus y el necesario confinamiento social, quizás empecemos a sentir que estamos atravesando una situación límite en la que todos los conceptos hasta aquí trajinados se ponen a prueba definitiva ¿Cuál será de hoy en más nuestra relación con las ideas? ¿Nos guiarán ellas en la construcción de prácticas que de manera ineludible deberán incorporar dimensiones éticas, estéticas y políticas hasta ahora un tanto desdeñadas tales como el cuidado del otrx o cierta disposición sensible a la solidaridad comunitaria? ¿El Estado se encargará finalmente de velar por las seguridad de nuestras vidas frente a –como se suele decir- “el enemigo invisible” del SARS-Cov2 o seremos capaces de poner nuestros conocimientos al servicio de crear nuevas articulaciones entre la organización popular y el nivel de las instituciones que se empeñan en encuadrar y regular nuestras meras existencias? Como decía Facundo Martínez en su presentación de la semana pasada: esta es una materia esencialmente teórica. Pero como nos enseñó el viejo Louis Althusser, concebimos a la teoría como una práctica en sí misma: la práctica que nos lleva a romper el hechizo de identificación entre lo real y el concepto que lo designa pero que en lugar de iluminarlo –a lo real, nos referimos-, al cabo lo esconde. Ni el mundo se reduce a la totalidad del concepto, como podría suponer el idealismo de cuño hegeliano (si se nos permite la referencia a sobrevuelo) ni el concepto dimana prístino de un mundo que amablemente se deja nombrar por los sentidos que lo captan, como muy resumidamente podríamos decir que imagina el empirismo.
La obra de arte (como hecho social) y la experiencia estética (como otra de las esferas autónomas de la subjetividad, junto a la del conocimiento y a la del comportamiento ético); la obra de arte y la experiencia estética, decíamos, juegan en todo esto su propio rol. Algunas teorías dirán, incluso, que la función de la obra de arte es no tener ninguna y que lo característico de la experiencia estética es mostrar -con prescindencia de los conceptos, dirá Kant- lo que el mundo precisamente no es (por acá anda Adorno). Otras teorías intentarán buscar en la obra una función paidéutica. Es decir que se preguntan de diversas maneras ¿qué nos enseña la obra de arte acerca de la totalidad social? En el caso de las paginitas de Aristóteles y de Hegel que dejamos en la bibliografía, esta pregunta gira sobre todo en torno a la tragedia pues este viejo género poético es el que mejor revelaría la imposibilidad de un mundo que cierre sin que algo se pierda injustamente por el camino. Y en el caso del Lúkacs de Teoría de la Novela, libro del cual dejamos apenas un capítulo, es el género épico el que refleja y da brillo a una vida plena perdida para siempre pero que no deja de funcionar como vara de medición para el desencantado hombre moderno: el mundo griego. Con (o contra) la antigüedad clásica nos las veremos en más de una ocasión a lo largo de nuestras clases: de Platón (que propuso echar a los poetas de Atenas) a Nietzsche, de Diógenes a Schopenahuer, de Sófocles a Derrida.
En fin, como ven –y eso que faltan detalles y pormenores- el programa es amplio y desafiante. Habrán notado también que de algunos autores hemos dejado libros enteros y de otros, páginas sueltas. Unos y otros son puntos sobre el plano. El mapa lo trazan ustedes.
Les vamos a pedir sí que vayan leyendo de acá al 1 de junio, fecha en que inicia formalmente el cuatrimestre, algunos textos que conformarán la base sólida de este viaje. Son los imprescindibles y que no necesariamente abordaremos en las clases pero que vamos a dar por sobreentendido que están ya asimilados. Me refiero a los textos de la Unidad 1: los de Aristóteles, Hegel, Foucault y Lessing. Pueden agregar las Tesis sobre la filosofía de la historia (sobre todo la tesis IX) de Walter Benjamin que está en la Unidad 6. Todos son grandes interpretaciones de distintas obras y abarcan en promedio las posturas teóricas que aquí estuvimos resumiendo muy rápido.
Otra sugerencia: vayan tratando de tener a mano los grandes clásicos que iremos citando en los distintos encuentros. Muchos de ellos están en las bibliotecas de casa o son fácilmente encontrables por internet: Hamlet, La República, Odisea, Edipo Rey, Antígona por citar los que ahora recuerdo de memoria.
Les dejo un fuerte abrazo y nos vamos comunicando
Darío Capelli
¡Hola! ¿Podrían indicarme cuál es el texto de Lessing? No lo veo en el programa. Muchas gracias.
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Estimada Paola, disculpá la demora en la respuesta. El texto de Lessing está en la unidad 1 de la bibliografía. Se trata de los dos primeros capítulos de su Laocoonte.
Fijate que en el menú principal de la página (una barra que está arriba, justo debajo de la foto de Horacio González) tenés una pestaña que te lleva la bibliografía. Allí podrás ver los textos ordenados por unidad. Cualquier otra duda, volvé a escribirnos.
Saludos
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